El viento de la gracia divina sopla sin interrupción. Entre los marineros de la mar de la vida, los perezosos no le sacan provecho, pero los que son activos y fuertes tienen siempre desplegadas las velas de su mente para captar el viento favorable y llegar lo antes posible a su destino.
Ganhi (1869-1948)
Ganhi (1869-1948)
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